La amiloidosis familiar (o hereditaria), como el nombre lo indica, es una forma hereditaria de la enfermedad. Si bien la mutación se produce en el ADN de la personas, o se hereda de los padres, la forma más común de amiloidosis familiar está asociada con la proteína transtiretina (TTR) mutante producida en el hígado. La TTR es una proteína que ayuda a transportar la tiroxina (una hormona tiroidea) y el retinol (vitamina A) dentro del cuerpo.
Existen más de 100 mutaciones conocidas de la TTR que hacen que la proteína se vuelva inestable, se pliegue mal y se transforme en amiloides. Varios órganos se ven afectados, especialmente el sistema nervioso y el corazón, y los síntomas aparecen en la mediana edad o en la vejez. Si los nervios son los principales afectados, la afección se conoce como polineuropatía amiloide familiar; si el corazón es el principal afectado, se conoce como miocardiopatía amiloidea familiar.
La mutación más común de la TTR se llama Val-30-Met, y causa lesiones nerviosas y problemas eléctricos en el corazón. Otra mutación común en los Estados Unidos es la Thr-60-Ala, que causa engrosamiento del músculo cardíaco. Si bien la amiloidosis mediada por transtiretina (transthyretin-mediated amyloidosis, ATTR) se produce en familias de casi cualquier origen étnico, existe una variante de la TTR, Val-122-Ile, que parece ser común en la población afroamericana.
Se calcula que el 4 % de los afroamericanos son portadores de este gen mutante, y representan más del 25 % de los pacientes afroamericanos con amiloidosis. Esta mutación a menudo puede ser la causa no reconocida de enfermedades cardíacas en afroamericanos.
Además de la ATTR, existen otras mutaciones genéticas de distintas proteínas que producen amiloidosis. Aunque son poco frecuentes, algunas de estas incluyen: AFib (de la cadena-α de fibrinógeno A); AApoAI (de apolipoproteína AI); ALys (de lisocima); y AGel (de gelsolina).